Hagshama Atzmit, de la teoría a la práctica ¿como se siente?
- Camila Milicovsky
- 12 ago 2015
- 3 Min. de lectura
12 de Agosto del 2015 escribo este artículo, o como lo quieran llamar, hace un año y 12 días desde que hice aliyah y cumplí mi sueño de retornar a la tierra de mis ancestros.
Escribo esto a ya mas de dos años y 6 meses de haber pisado por primera vez el país que le daría a mi vida un giro de 360 grados.
Escribo esto vistiendo el uniforme de Tzahal orgullosa de poder decir que hace ya más de 3 meses que me enlisté al ejército de mi país, que pasé a formar parte de una familia muy grande donde aprendés a crecer, a madurar, pero por sobre todo aprendés a ayudar al otro, vivís experiencias que no las vas a encontrar en otro lado y hacés amigos que sentís que los conoces hace muchos muchos años... (y escribo esto habiendo estado tan poco tiempo en la tzava).
Escribo esto tomando un café en un vaso que no tiene letras en español, escucho conversaciones que tampoco son en español y si... hasta yo toda la semana hablo en otro idioma que no es el español... un idioma mistico, con significado, donde toda palabra tiene una razón de ser, es decir, encuentra sus raíces en el judaísmo, ese idioma es el hebreo.
Escribo esto pensando, mirando donde empecé, donde estoy y donde estaré, aunque es imposible predecir el futuro, la vida sorprende muchas veces de repente y lo que creías ayer, mañana puede cambiar completamente y está bien, porque es parte de crecer como persona, de moverse, porque por algo somos humanos y no árboles.
Escribo esto a veces extrañando más, a veces menos, recordando mi vida en la Tnuá, en todo momento, porque chicos... cuando algo te hizo ser quién sos, ese algo se queda con vos para toda la vida, todo se relaciona con la tnua, y muchas veces es raro ver olim jadashim que no saben quién fue Hertzl, los jalutzim, qué fue la Shoa, qué es sionismo y por qué estamos acá y es totalmente legítimo porque no todo el mundo tuvo la suerte de estar en una Tnua, de ser un janij, de ser madrij, de ir a un majane.... no chicos, hay más mundo afuera del que creemos...
Pero muchas veces yo me pregunté ¿Cómo se sigue esa Hagshama Atzmit después de completar tu proceso de Aliyah? y es una pregunta díficil... porque uno cambia mucho cuando vive acá... en lo personal yo pienso que para bien, todas las cosas sobre las que debatí o aprendí en la tnua, hoy las vivo en carne propia, uno se acopla a la sociedad, ayudas, sos ayudado, y empezas a ver por qué "kol israel arevim ze la ze" tiene sentido.
Hace un mes aproximadamente en mi curso en la tzava tocamos el tema de Guilad Shalit, y nos preguntaron qué podiamos haber hecho en esa época para ayudarlo si hubiesemos tenido la opción en nuestras manos... me acordé en ese momento que en mi primer año de madrija en el Ken Lehavot les hicimos a los janijim escribirles cartas a Guilad mandandole fuerzas, se lo conté a mi tzevet y fue extraño volver un poco el tiempo atrás y entender que muchas cosas en la vida están conectadas.
Hay gente que capaz cree que cuando uno "sale" de la Tnua uno deja de activar y ser parte de ella, yo creo firmemente y lo he sentido, que sucede lo contrario, la tnua forma parte de vos, de tu personalidad, de la manera en que actuas, te expresas y hablas, yo creo que la tnua esta activa en nosotros y solo se va a desactivar cuando decidan tocar el boton de desactivado. Como el judaísmo, mientras haya un judío en el mundo va a seguir prendida una luz, iluminando...
La tnua es para toda la vida, y si, a veces uno extraña los sábados de ken, los majanot, el continental, el joref, pero todas las mañanas cuando en el ejército formamos y cantamos el Hatikva me acuerdo de ustedes, porque en gran parte gracias a la tnua llegue a donde estoy.
Un beso gigante, se los extrana siempre.
Cami

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